miércoles, 16 de agosto de 2017

Burzynski cancer un negocio en dolares y mucho mas.


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El Dr. Stanislaw Burzynski:Su tratamiento contra el cáncer superó a todos los demás tratamientos disponibles comercialmente, y se enfrentó a una enorme oposición de la medicina convencional, porque amenazaba todo el paradigma (y los beneficios) de la industria del cáncer

En los años ‘70s, el Dr. Burzynski hizo un notable descubrimiento que amenazaba con cambiar para siempre la imagen del tratamiento contra el cáncer.
Su medicamento no tóxico focalizado hacia genes contra el cáncer, podría haber ayudado a salvar millones de vidas en las últimas dos décadas, si su descubrimiento no hubiera sido criminalmente suprimido por el gobierno de los Estados Unidos, ya que su terapia, llamada “antineoplastones”, ha demostrado ayudar a curar efectivamente algunas de las formas de cáncer terminal más "incurables".
El Dr. Stanislaw Burzynski nació a principios de la década de los ‘40s, en Polonia, y se capacitó como médico y bioquímico. Ha pasado los últimos 35 años desarrollando y tratando exitosamente a pacientes con cáncer, que padecen algunas de las formas más letales de cáncer, en su clínica en Houston, Texas.
Dr. Burzynski sobre su tratamiento anticancerígeno—un enfoque focalizado en genes, que utiliza aminoóacidos y péptidos no tóxicos, conocidos como antineoplastones.
Conocerá que no solo el gobierno federal de los Estados Unidos ha invertido 14 años suprimiendo activamente un tratamiento contra el cáncer que tenía una MUCHO mayor tasa de éxito que cualquier otro tratamiento disponible, sino que también gastaron más de US$ 60 millones de dólares de los contribuyentes de los Estados Unidos intentando poner en la cárcel al inventor del tratamiento, con el fin de robar sus patentes, y/o bien suprimirlo o sacar provecho de su descubrimiento.

Tratamiento del Dr. Burzynski

La historia comienza a principios de los ‘70s, cuando el Dr. Burzynski descubrió que las personas que padecían cáncer carecían de un determinado péptido, mientras que las que no estaban enfermas de cáncer tenían una fuente abundante del mismo.
Finalmente, este descubrimiento le llevó a crear un tratamiento médico conocido como antineoplastones. El medicamento contiene una mezcla de péptidos y derivados de aminoácidos.
Se sabe que estos actúan como interruptores moleculares, pero a medida que la investigación del genoma se desarrollaba y el conocimiento científico progresaba, el Dr. Burzynski descubrió que también funcionaban como interruptores genéticos, y es por eso que, los antineoplastones funcionan tan efectivamente.
En realidad, son capaces de activar el cáncer al suprimir los genes, mientras que al mismo tiempo desactivaban los oncogenes (genes cancerígenos).
"Nuestros cuerpos contienen dos categorías de genes que permiten que el cáncer se desarrolle, los cuales son, los oncogenes y los genes supresores de tumores. Cuando una persona padece cáncer, tiene activado un nivel más alto de oncogenes, y tiene desactivado un nivel más alto de genes supresores de tumores.
El objetivo es indicarle al cuerpo que intercambie de nuevo a los genes supresores de tumores, y desactive tantos oncogenes como sea posible".
Si bien, ahora existen otros medicamentos anticancerígenos que se focalizan en genes, solo son capaces de apuntar a un pequeño número de genes específicos del cáncer. Por otro lado, los antineoplastones, se enfocan en un amplio espectro de los genes del cáncer--aproximadamente 100 de ellos a la vez.
De una manera muy simplista, los antineoplastones son para el cáncer lo que un antibiótico de amplio espectro es para las enfermedades infecciosas.

Cómo Atacar los Tumores Cerebrales en los Niños

El Dr. Burzynski estaba tan seguro de sus antineoplastones que, incluso aceptó los casos más difíciles y "sin esperanza", tales como los tumores cerebrales infantiles.
La medicina convencional tiene poco o nada que ofrecer en estos casos, y los efectos secundarios podrían ser tan terribles como la propia enfermedad, si no es que más. Además, el mejor resultado que podría ofrecer el tratamiento convencional es ralentizar el crecimiento del tumor.
No obstante, al utilizar los antineoplastones, el Dr. Burzynski ha podido curar exitosamente muchos de estos casos, que de otra manera no tenían esperanza, tales como el de Jessica Ressel.5
Ella tenía 11 años de edad cuando le diagnosticaron un glioma en el encéfalo, un tumor cerebral incurable.
Después de enterarse de que iba a morir, sin importar los medicamentos tóxicos y los tratamientos con radiación a los que se sometió, la familia decidió no hacerlo. Cuando encontraron al Dr. Burzynski, literalmente no tenían nada que perder...
Doce meses después—luego de habérsele informado inicialmente que solo tenía unos pocos meses de vida y que no había ninguna posibilidad de supervivencia--las resonancias magnéticas confirmaron que no tenía cáncer.
Su tumor cerebral estaba completamente curado. Hoy en día, a sus 24 años de edad, Jessica es una mujer saludable y embarazada de su segundo hijo.
Incluso, es aún más interesante que, si bien, finalmente, algunos de los pacientes del Dr. Burzynski murieron después de la marca de cinco años, la mayoría de los que NO se someten a quimioterapia antes de conseguir antineoplastones, han vuelto a llevar una vida normal y saludable, otra indicación de que en muchos casos los tratamientos convencionales son más letales que la propia enfermedad.

Efectos Secundarios de los Medicamentos de la Quimioterapia

Esta es solo una muestra de los efectos secundarios de tres medicamentos de quimioterapia convencionales:
  • Doxorrubicina (alias: Muerte Roja) - leucemia, insuficiencia cardíaca, infertilidad, lesiones bucales
  • Etopósido - leucemia, daño en los nervios, incapacidad para combatir las infecciones
  • Cisplatino - daño renal, daño auditivo, daño en los nervios, infertilidad
Otro medicamento de quimioterapia, Mitotano, que se deriva de DDT, también se utiliza en los pacientes pediátricos, a pesar de que nunca se han realizado estudios para determinar su seguridad o eficacia en niños.
El Dr. Burzynski había intentado que la FDA revisara y aprobara los antineoplastones desde 1977, sin resultado.Para asegurarse de que no se metería en problemas por utilizar una terapia experimental en su práctica, su equipo legal revisó las leyes estatales de Texas, así como las leyes federales, lo que confirmó que actuaba dentro de las leyes y podía utilizar los antineoplastones en su propia práctica "para satisfacer las necesidades inmediatas de los pacientes ",
Sin embargo, no podía participar en el comercio interestatal, por lo que tuvo que restringir el uso del medicamento a solo su estado natal de Texas.
Pero, se propagó la noticia, y los pacientes comenzaron a viajar a su oficina desde fuera del estado.
De repente, en 1984, se enteró de que los agentes de la Junta de examinadores médicos de Texas estaban viajando con los pacientes por todo el país, e intentaban convencerlos de presentar cargos en su contra.
En 1988, a pesar de no romper ninguna ley, y haber obtenido más evidencia de la que se requería para demostrar que su tratamiento era eficaz, y que sus pacientes no tenían ningún daño por el procedimiento, la junta médica de Texas lo acusó de violar una ley que no existía, al alegar que existían fundamentos para revocar su licencia médica.
No tenían un caso, pero mantuvieron las acusaciones al registrar continuamente quejas ligeramente modificadas, hasta que finalmente, en 1993, el caso fue a juicio.
También, sabían que él era el único dueño de las patentes de esta terapia, y estos dos hechos combinados, amenazaban todo el paradigma de la industria del cáncer.
Este paradigma del cáncer se basa en máquinas muy costosas y medicamentos tóxicos. En el mismo, hay una enorme cantidad de dinero de por medio, y ​​el Dr. Burzynski representaba una amenaza que lo impedía.
Así que intentaron copiar su invención a través de utilizar un solo ingrediente no patentado. El cual falló. El siguiente paso fue robar todo el paquete justo bajo sus narices. Hubo solo un problema.
Sabían que no podían utilizar las patentes robadas mientras el Dr. Burzynski estuviera en libertad y tuviera la capacidad de defender sus derechos... Así que inventaron 75 cargos fraudulentos para encerrarlo en la cárcel por el resto de su vida.
"¿Cómo puede la Oficina de Patentes de los Estados Unidos ser corrompida hasta el punto en el que emite patentes para un tratamiento médico que ya ha sido patentado, y emitirle a alguien que no tenía nada que ver con su descubrimiento o uso? y entonces ¿Cómo puede asignar estas patentes fraudulentas a algunas de las instituciones más poderosas del gobierno de los Estados Unidos? Y ¿Puede creerlo?
Todo esto se hizo mientras estas mismas agencias gastaban millones de dólares de los contribuyentes tratando de poner al Dr. Burzynski en la cárcel, por lo que ¡Él no podía luchar contra el robo criminal de su descubrimiento!"
hora bien, aunque esto fue un enorme sufrimiento personal para el Dr. Burzynski; además, el gobierno de los Estados Unidos, a través de su enorme codicia, de manera muy directa, evitó que millones de pacientes con cáncer recibieran una terapia que no era tóxica y podría haber salvado su vida.
Recuerde, desde 1977, el Dr. Burzynski ha tratado sin éxito alguno, de que los antineoplastones sean revisados y aprobados. Es absolutamente lamentable considerar el costo de este comportamiento criminal, en términos de vidas humanas, incluyendo a niños 
Si bien, las patentes robadas están llenas de información útil sobre los beneficios y la eficacia de antineoplastones, una declaración en particular resume el problema con el paradigma actual del cáncer:
"Los enfoques actuales para combatir el cáncer se basan principalmente en el uso de productos químicos y radiación, que son por sí mismos cancerígenos, y podrían promover recurrencias y el desarrollo de una enfermedad metastásica".
Como recordará, la terapia del Dr. Burzynski, no es tóxica, y les proporciona a los pacientes—al menos--la opción de no sufrir un daño más grave por el tratamiento en sí, además de una probabilidad significativamente mayor de ser curados.
Estoy seguro de que siempre que alguien dona su dinero ganado con esfuerzo o participa en una caminata con listón rosa, cree que hace algo bueno. Ellos creen que ayudan a financiar la vital investigación contra el cáncer, que esperamos--algún día—poder encontrar una cura para esta enfermedad.
Lo que no saben es que gran parte de este dinero se destina a perpetuar el statu quo del tratamiento del cáncer; es decir, medicamentos altamente tóxicos y costosos aparatos--del mismo viejo paradigma centrado en torno a las ganancias.
Desde el 2010, el presupuesto anual del Instituto Nacional del Cáncer es de $ 5.2 mil millones de dólares, y el Dr. Burzynski no ha obtenido un solo centavo del mismo. En los últimos 35 años, toda su investigación sobre antineoplastones, fue autofinanciada.
Analícelo por un momento. Ni un solo centavo se ha canalizado hacia el desarrollo de una de las terapias contra el cáncer más prometedoras que han surgido en las últimas tres décadas... ¿Aún está convencido de que tienen las mejores intenciones de beneficiarlo, y de que trabajan diligentemente para "encontrar una cura contra el cáncer"?

https://youtu.be/X2C9cF09qvQ

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